EL CRACK SILENCIOSO

Flamini ha sido, es y será un crack porque tiene cualidades para ello y porque juega un papel vital para su equipo. La diferencia entre Flamini y otros cracks es que mientras unos son mediáticos, otros, como Flamini son cracks silenciosos, de esos que no tienen caprichos de estrella pero que por el contrario tienen el peso en el equipo de una de ellas.

Flamini comenzó su carrera en el equipo de su ciudad natal, el Olimpique de Marsellla donde logró llegar a la final de la la copa de la Uefa (2004) mostrándose ante el fútbol europeo como un buen mediocampista.
Ese talento fue percibido por el mejor cazatalentos actual, Arsène Wenger que lo incorporó a su Arsenal, donde logró la FA Cup en 2005 y llegó a la final de la Champions de 2006.
Pero sobre todo, bajo la batuta de Arsène Wenger dio ese salto de calidad que distingue a un buen jugador de un crack, que le ha valido para formar uno de los mejores centros del campo europeos junto con Fabregas y Hleb.
El próximo año acaba contrato y seguramente se marche a un grande de Italia, cosa que desde mi punto de vista frenaría su progresión ya que el estilo de juego del calcio no favorece a un jugador que pese a ser bueno defensivamente y en la recuperación posé una visión de juego y un pase en largo (y en corto) sensacional.

Además, Flamini ya ha debutado con la selección absoluta de Francia y a buen seguro, si Domenech le deja, cuajará una buena Eurocopa que hará que sea uno de los jugadores con más proyección, que seguro protagonizará uno de los culebrones del verano para decidir su club de destino.