UN JUGADORAZO COMPROMETIDO

Yaya Touré tiene una curiosa característica, al menos en estos tiempos, y no es otra que su compromiso con un club al que acaba de llegar como es el FC Barcelona. Todo esto lo digo porque no es normal ver a un jugador de la categoría de Yaya, jugando ya en un grande de Europa, disputar media temporada infiltrado a causa de una hernia discal. Por eso y por su calidad merece estar aquí, porque ya no quedan muchos como él...

Touré comenzó su carrera futbolística en 2001, en un equipo de Costa de Marfil, su país, concretamente en el ASEC Abidjan. Pronto destacó por lo que al año siguiente un equipo de segunda división belga, el KSK Beveren se hizo con sus servicios. Después de jugar dos años en la segunda división belga Yaya Touré llamó la atención de un equipo ucraniano. Así, en 2003, se marchó a jugar al Metalurg Donetsk donde se destapó como un gran futbolista. Sus dos buenas temporadas en el conjunto de Europa del este le valieron su pase a un equipo con muchísimo más renombre, el Olimpiakos griego. Allí jugo una única temporada que le valió para darse a conocer ante el gran público. La temporada siguiente (06/07) jugó en el AS Mónaco. Al principio no acabó de cuajar pero más tarde, con la llegada de un nuevo entrenador al banquillo del equipo del principado, dio la razón a los que habían confiado en él convirtiéndose en el líder del equipo.
Su gran temporada en la League 1 le valió este verano su fichaje por el FC Barcelona donde se ha convertido en un imprescindible para el esquema de Rijkaard.

Para definir el estilo de Yaya Touré se podría tender a decir que es el clásico mediocentro defensivo tosco, corpulento y sin calidad aparente con el balón en los pies pero es todo lo contrario, Yaya es mediocentro defensivo sí, pero sabe tener el balón en los pies, desatosiga el juego a la perfección y además posé un disparo y una calidad técnica envidiables.